Help Feed 800 Venezuelan School Age Children

2023 year comes to an end, and it's not just the conclusion of a cycle; it's about rejoicing in the achievement of set goals. Another year dedicated to providing nutrition and love to the most vulnerable children in La Vega, Caracas, right in their own schools.

It may sound simple, but from 2017 to date, it has been six continuous years in the mission of providing nutritious and balanced meals to children. This task involves the invaluable contribution of each donation, coupled with the commendable work of directors, teachers, and cooks, as well as the commitment of mothers, fathers, and guardians of each little one. A special mention goes to the commendable work of volunteers and allies who contribute their "grain of salt" to make it happen.

Achieving the year's closure with the joy that pleases children the most has an added value – a Venezuelan Christmas meal, often costly for many who may not have it at home: hallacas (a type of cornmeal pie filled with a stew made with various meats, pork, and chicken in small pieces, and other ingredients, wrapped in plantain or banana leaves, especially made for Christmas), ham bread (bread filled with ham, raisins, and green olives, usually stuffed with red pepper or paprika), Christmas salad (mainly made with chicken, carrots, potatoes, peas, and mayonnaise). After enjoying the inflatable mattress, popcorn, and cotton candy, it has been a gift every year-end, thanks first and foremost to God, and of course, to those who make donations to continue achieving this beautiful mission.

Beyond the food itself, the emotion of being able to gather families around the table is the main objective of any celebration. In this case, bringing together in one celebration: children, teachers, directors, cooks, and volunteers has an incalculable value for the nutritional program.

Because happiness is also in sharing, not only within the family but also among classmates and teachers, and enjoying those rich flavors and traditions that make us who we are. It is part of the education that shapes us, and it is what we have been providing from this mission that we undertook in 2017: despite the humanitarian crisis in Venezuela, these children continue to learn and develop healthily and happily, in constant interaction with their peers in an environment conducive to learning and within their customs and traditions.

God bless all this work and those who help make it possible. May everyone have a Merry Christmas, and may the year 2024 allow us to continue in this beautiful mission of nourishing, educating, and loving the little ones who need us the most.

Thank you! Thank you! Thank you!

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Traduccion a Castelllanp

Finaliza el 2023 y no sólo llegamos al final de un ciclo, se trata de regocijarnos ante el logro de los objetivos trazados: un año más brindando nutrición y amor a los niños más vulnerables de la Vega en Caracas, en sus propias escuelas.

Se dice fácil, pero desde 2017 a la fecha, son 6 años continuos en la misión de brindar alimentos nutritivos y balanceados en la mesa de los niños. Una labor que involucra el valiosísimo aporte de cada donativo, junto con el trabajo encomiable de directoras, maestras y cocineras, más el compromiso de las madres, padres y representantes de cada pequeñín. Mención aparte de la encomiable labor de los voluntarios y aliados que ponen su “granito de harina” para lograrlo.

Lograr además el cierre con la alegría que más agrada a los niños tiene un valor añadido, una comida navideña venezolana, tan costosa para muchos que quizá no las tengan en su casa: hallacas (especia depastel de harina de maíz, relleno de un guiso elaborado con varias clases de carne, cochino y pollo en trozos pequeños y otros ingredientes, que, envuelto en hojas de plátano o cambur, se hace especialmente por Navidad ), pan de jamón (pan relleno de jamón, uvas pasas y aceitunas verdes, por lo general, rellenas con pimiento o pimentón rojo), ensalada navideña (básicamente a base degallina, zanahoria, papa, guisantes y mayonesa), luego de disfrutar del colchón inflable, las cotufas y el algodón de azúcar, ha sido un presente en cada final de año, gracias, primeramente a Dios, y por supuesto a quienes hacen sus donativos para seguir logrando esta bella misión.

Y más allá de la comida en sí, la emoción que nos brinda poder reunir en torno a la mesa a las familias, que es el principal objetivo de toda celebración. En este caso: poder reunir en un solo agasajo: niños, maestras, directoras, cocineras y voluntarios tiene un valor incalculable para el programa nutricional.

Porque la felicidad está también en poder compartir, no solo en familia, también entre compañeros de clase y maestras, y disfrutar esos ricos sabores y tradiciones que nos hacen ser lo que somos, es parte de la educación que nos forma, es que lo que desde esta misión que asumimos desde 2017 seguimos brindando… que a pesar de la crisis humanitaria que se vive en Venezuela, todos estos niños sigan aprendiendo y desarrollándose sanos y felices, en constante interacción con sus semejantes en un clima apropiado para el aprendizaje y dentro de sus costumbres y tradiciones.

Dios bendiga toda esta labor, y a quienes nos ayudan a hacerla posible. Que todos tengan una Feliz navidad y que el año 2024 nos permita seguir en esta hermosa misión de nutrir, educar y amar a los pequeñines que más nos necesitan.

Gracias! Gracias! Gracias!